Salimos desde la quebrada, luego de un escueto desayuno, el cual incluía frutas deshidratadas, secas y algunos chocolates.
El camino seguía siendo severo,con subodas cada vez más complicadas. Pero con cada una de estas, se presentaba alguna bajada. En estas uno se dovierte de spbremanera. No hace falta pedalear, uno va regulando con los frenos, y esquivar pozos y piedras se convierte en un arte.
Conocimos Lago Verde, y cruzamos la pasarela. Vimos truchas, cruzamos el puente, corri os unas vacas del camino, nos preguntamos que tan bién quedaría un ternerito a la parrilla.
Cruzamos la pasarela, sacamos fptos al cartel de que hacer cuando se ve un puma. Lo escuchamos, y nos volvimos a la ruta. Valentía no es lo que abunda.
Continuamos viaje.
Por desgracia, se le salió una palanca de pedal a Augusto. Por supuesto, nadie había contemplado ese problema (es algo que se debe fijar bien el bicicletero), con lo cual peligraba la continuidad del viaje. Estábamos casi terminando el parque, así que por suerte encontramos rapidamente al guardaparque, el cualmgentilmente nos asistió para conseguir un taxiflete hasta cholila (faltaban 30kms). En el interín, Turu había improvisado un arreglo, el cual permitió que lleguemos todos hasta la casa de la guardaparque, donde con una llave de 14 ajustamos el pedal.
Finalmente, llegamos hasta Cholila, donde pudimos disfrutar de una ducha caliente, calefacción, camas dignas de reyes, y videt.
A la mañana, nos despertamos con esta vista:
Somos un grupo de ciclistas que se propuso unir Esquel y Villa la Angostura en una travesía en bicicleta. Este es nuestro diario, donde les contaremos nuestras aventuras.
martes, 23 de octubre de 2012
Tercer día, hasta cholila
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